Artrosis de rodilla, un problema creciente. Recomendaciones y tratamientos generales


Autor: Lic. Kenia Bárbara Díaz Pérez

Licenciada en Terapia Física y Rehabilitación.

Ciudad de La Habana. Cuba

Introducción

La artrosis es la enfermedad articular más frecuente; comienza a ser sintomática hacia la segunda década o la tercera y es muy frecuente hacia los 70 años de edad. Casi todas las personas de 40 años presentan algún cambio patológico en las articulaciones de carga, aunque con escasos síntomas.  Afecta por igual a personas de ambos sexos, pero el comienzo es más temprano en hombres.  Existe también en animales prehistóricos, peces, anfibios, reptiles (dinosaurios), pájaros, mamíferos y osos de las cavernas. La osteoartrosis afecta a casi todos los vertebrados, lo que sugiere que se originó en el momento de la evolución en que aparece el esqueleto óseo. Existe en ballenas, delfines y marsopas, que flotan en el agua, pero no en murciélagos ni osos perezosos que cuelgan en posición invertida. Estas observaciones sugieren que es un mecanismo paleozoico antiguo de reparación y remodelación más que una enfermedad en sentido habitual.

La rodilla es muy vulnerable porque carga la mayor parte del peso corporal, es una articulación muy expuesta a la progresión de la artrosis (ver anexo 1). Asociada a la sobrecarga, traumas, alteraciones biomecánicas, infecciones y herencia es un problema creciente en los servicios de rehabilitación donde se emplean numerosos recursos en su tratamiento por su alta incidencia. La gonartrosis o artrosis de rodilla, es una enfermedad degenerativa del cartílago articular caracterizada por dolor, limitación funcional, crepitación y grados variables de inflamación con mayor prevalencia en las mujeres añadiéndose como factor predisponente para su aparición y desarrollo la obesidad.  Al igual que en otras articulaciones, se produce adelgazamiento del cartílago articular, haciéndose la superficie articular rugosa con lesiones ulcerosas del cartílago, desapareciendo éste en forma parcial o total. La movilidad de la rodilla suele ser muy dolorosa, sobre todo en estadios avanzados.

Mundialmente es una causa frecuente del deterioro de la calidad de vida después de la 5ta década. En países desarrollados una de cada seis personas sufre de osteoartritis, la incidencia está asociada a la edad, por lo cual, el aumento de la expectativa de vida conlleva a un incremento de esta patología. Cuba, por su incremento de la esperanza de vida, presenta características similares a los países desarrollados con relación a esta patología, esto requiere el empleo de nuevos métodos y recursos para que la prolongación de la vida se alcance con una aceptable calidad.

Desarrollo:

La gonartrosis es una disfunción articular dolorosa y progresiva con claudicación de la marcha que evoluciona con deformidad de la articulación. El proceso fisiopatológico de la artrosis suele ser progresivo, pero puede detenerse o incluso revertirse. El tratamiento consiste en técnicas de rehabilitación, que se dirigen a prevenir la disfunción, intentando comenzar el tratamiento antes de que aparezca la incapacidad, para que no aumente la gravedad y duración de ésta. Las consideraciones sobre el tratamiento primario son el estadio y la magnitud de los cambios, causa del dolor (defectos biomecánicos o inflamación) y el estilo de vida del paciente. El tratamiento incluye también la educación del paciente sobre la naturaleza fisiológica y biomecánica del problema, el pronóstico benigno por lo general, la necesidad de cooperación y una buena preparación física.

En los jóvenes los meniscos sufren roturas por traumatismos agudos indirectos (torsiones de la rodilla). A partir de los 30 o 40 años el tejido meniscal experimenta cambios por envejecimiento que originan roturas espontáneas, llamadas degenerativas, la mayoría asintomáticas. Algunas lesiones meniscales tienen capacidad de cicatrización espontánea.

Cuando su sintomatología (dolor, bloqueos, derrames) persiste deben ser operadas, habitualmente mediante artroscopia. La condromalacia rotuliana es una forma leve de artrosis del cartílago rotuliano en gente joven. Las deformidades aparentes en las rodillas como la inflamación, la atrofia del músculo cuádriceps y la inestabilidad articular pueden ser más significativas cuando el paciente está de pie y camina.

Síntomas:

  1. Inflamación y dolor
  2. Atrofia muscular y deformidad de la articulación
  3. Limitación, Incapacidad funcional y claudicación de la marcha

Tratamiento

  1. Termoterapia: fase aguda, frías por 10 min. Subagudo y crónica calor con bolsa, manta eléctrica en región afectada, en pequeñas articulaciones hidroterapia.
  2. Ejercicios: pasivos, activos asistidos, activos y resistidos., resistencia moderada con bolsas de arena y se incrementa progresivamente. Ejercicios isométricos de cuádriceps. Ejercicios de flexo extensión utilizando botella plástica llena de agua como rodillo debajo de la rodilla.
  3. Reposo: cada 4 a 6 h al día para permitir la rehidratación del cartílago.

Objetivos del tratamiento:

  1. Aliviar el dolor y disminuir inflamación
  2. Prevenir deformidades y retardar la evolución de la enfermedad
  3. Mantener  y ganar arcos y movilidad articular.
  4. Conservar el trofismo y aumentar la fuerza muscular.
  5. Lograr marcha funcional y estética
  6. Alcanzar independencia para las actividades de la vida diaria.
  7. Compensación psicológica del paciente.
  8. Reincorporar al paciente a su vida habitual.

Recomendaciones generales:

  1. Caminar (evitando marchas prolongadas y fatiga) en superficies regulares y con calzado adecuado para recuperar la masa muscular y disminuir el peso corporal.
  2. Realizar ejercicios posturales, y de ser necesario apelar a ayudas ortésicas.
  3. Evitar la inmovilidad que puede acelerar y empeorar el curso clínico
  4. Las contracturas establecidas requieren ejercicios intensos u otras medidas ortopédicas.
  5. Usar calzado normal y deportivo con buena sujeción para el talón y el arco longitudinal, se puede modificar con el uso de plantillas para ajustarlo a las necesidades individuales y suele ser muy  útil.
  6. Evitar los asientos bajos o reclinables de los que resulta dificultoso levantarse.
  7. No cargar grandes pesos pero continuar con su vida normal física y laboral.

El tratamiento farmacológico es el aspecto menos importante de un tratamiento adecuado, quizá el 15% de un programa completo. Hasta el 75% de los pacientes mejoran de su sintomatología con el tratamiento conservador durante el primer año de enfermedad.

El paciente con artrosis es un enfermo crónico, tendrá características especiales que lo diferencian del resto de la población. Padecerá dolor siempre de mayor o menor intensidad. Limitación funcional discreta o invalidante, cambios notables del carácter, depresión, autocompasión o dependencia.

Recomendaciones:

  1. Realizar ejercicios fortalecedores para mantener el cartílago sano, el arco de movilidad y favorecen la absorción de cargas por tendones y músculos.
  2. Efectuar ejercicios de estiramiento diarios. Cuando se emplea un programa de ejercicios bien diseñado como tratamiento se puede conseguir la detención e incluso mejoría de la artrosis de rodilla.
  3. Acudir a los centros de rehabilitación e incorporarse a los grupos de pacientes artrósicos en el más breve tiempo posible.

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Anexo 1
Imagen de una rodilla afectada por artrosis

 

Artrosis de rodilla