Diatermia en flacidez en los brazos


Tratamiento de reafirmación del antebrazo

La tecarterapia tiene un resultado interesante en todos los tratamientos reafirmantes.  La pérdida de tono muscular provoca en muchas mujeres un descolgamiento de la musculatura del antebrazo, que se suele asociar sinérgicamente con el abandono de la juventud. La flacidez es una alteración de los tejidos de la piel caracterizada por la pérdida de tono y elasticidad. Suele ser consecuencia del envejecimiento cutáneo, aunque también se puede observar después de los embarazos en la zona del abdomen y/o senos, o generalizada después de enfermedades muy debilitantes.

La flacidez se manifiesta por una falta de tono y elasticidad de los tejidos, que será perceptible claramente en la palpación. Se observará las zonas donde se encuentra mayor falta de tono. Esta falta de tono puede indicar el proceso de envejecimiento, pero también puede producirse por una inmovilización prolongada.

Las necesidades cutáneas para realizar un tratamiento tanto preventivo como paliativo son la mejora de la elasticidad cutánea y el incremento del tono muscular.

Los cosméticos con acción regeneradora y reafirmante pueden ser sueros, concentrados biológicos, principios activos biomarinos, colágeno, elastina, oligoelementos, etc. También extractos de origen vegetal como centella asiática, equinácea, ginseng, lúpulo, cola de caballo, etc. El silicio orgánico, al igual que los minerales y oligoelementos, todos ellos derivados de algas (fucus, laminaria, litotame) también tendrán un papel activo. Las cremas reafirmantes también pueden incluir aceites vegetales (germen de trigo, rosa moqueta, jojoba, etc,) y animales, ricos en vitaminas A, E, F, escualeno, etc. Las ampollas suelen ser a base de extractos tisulares (placenta o más recientemente a base de tejidos embrionarios vegetales), sueros, preparados fitobiologicos, vitaminas, glicoproteínas (fibronecticna, tubulina, mucopolisacráricoos (ácido hilurónico). La tecarterapia favorece la penetración de sustancias profundas, provoca una hipertermia profunda que favorece la vascularización del tejido  y, por lo tanto, los procesos metabólicos.

En caso de que la flacidez sea importante, se debe realizar un tratamiento complementario con gimnasia pasiva. Las corrientes excitomotrices son la técnica de elección ya que mejoran el tono muscular. Para conseguir los máximos resultados posibles, se recomienda aplicar en primer lugar la diatermia y, a continuación, las placas de electroestimulación. La razón que explica la eficacia biológica de este orden es el hecho de que la gimnasia pasiva tonifica más intensamente la musculatura cuando se ha generado anteriormente una vasodilatación interna, cuando se han penetrado las sustancias químicas cosmetológicas con los principios activos y cuando se ha producido una intensa oxigenación celular. Entonces, la electroestimulación resulta mucho más activa y eficaz. Las técnicas manuales de elección son el masaje manual que deberá ser muy activo, con maniobras que mejoren la vascularización y el tono muscular y la digitopuntura.