En los últimos tiempos, se ha producido un aumento de las patologías relacionadas con la disfunción craneomandibular, provocados por el aumento de la ansiedad, el estrés y el nerviosismo en la población.
El bruxismo puede llegar a provocar destrucción y desgaste de las piezas dentales, problemas musculares en la zona cervical y orofacial, así como limitación de la movilidad, chasquidos o bloqueos a nivel de la articulación temporomandibular e importantes cefaleas o acufenos.