Diatermia en Sensibilidad cutánea


Tratamiento de hipersensibilidad cutánea

Algunas pieles se enrojecen y alteran con cualquier estímulo externo físico, mecánico o químico como pueden ser la fricción, el calor, el frío, los productos cosmetológicos, etc. Esta hipersensibilidad puede ser corregida o, al menos, atenuada a través de una mejora de los procesos nutritivos vitales: la oxigenación, el aporte de los nutrientes básicos y la eliminación de los residuos metabólicos producidos por la respiración celular.

La sensibilidad cutánea puede ser una característica de la piel en si, pero también puede ser un factor desarrollado a lo largo de los años. Los cambios histológicos que se producen en los tejidos a consecuencia del envejecimiento también tienen una repercusión sobre la modificación de la epidermis. El adelgazamiento progresivo de la capa más exterior de la piel, la disminución de la cohesión de los corneocitos, la disminución del número de melanocitos, pero sobre todo la disminución de células de Langherans son los causantes del aumento de la sensibilidad cutánea de la piel. El hecho de que estas células disminuyan produce una disminución de la capacidad de respuesta inmune. Esto conlleva una alteración de la respuesta inflamatoria y un aumento de sensibilidad frente a determinados estímulos, que se manifiesta en el proceso de la hipersensibilización.

La importante hiperemia que genera la aplicación dla diatermia puede parecer intolerable para aquellas personas que padecen hipersensibilidad cutánea. Sin embargo, la restitución del proceso circulatorio deficiente y la importante oxigenación interna pronto explican los efectos beneficiosos del tratamiento estético y cómo se normaliza el problema a lo largo de las sesiones. La hiperemia generada puede desaparecer pocos minutos después y, en aquellos casos crónicos, a lo largo de las horas consecutivas a la aplicación.