Guía completa de diatermia para fisioterapeutas

¿Eres fisioterapeuta? La diatermia o tecarterapia es una terapia diferenciadora con la que podrás ayudar a muchos más pacientes en tu clínica. Con esta guía comprenderás cómo utilizarla para tratar lesiones, qué tienes que tener en cuenta para conseguir mejores resultados (y reducir riesgos) y cómo sacarle el máximo provecho.

Guía completa de diatermia para fisioterapeutas
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04/03/2014 | Actualizado: 11/07/2023 04/03/2014
  1. Principios básicos de la diatermia: ¿cómo actúa en nuestro cuerpo?
    1. La generación de calor mediante ondas electromagnéticas
    2. Los efectos terapéuticos en el tejido muscular y conectivo
  2. ¿Cuáles son las principales aplicaciones de la tercaterapia en fisioterapia?
    1. Para recuperación de lesiones musculares y articulares
    2. Para alivio del dolor crónico y agudo
  3. La técnica de aplicación de la diatermia
    1. La diatermia local
    2. Cuidado con la fijación de los electrodos
    3. Atiende a la localización del calor
    4. La dirección de la corriente con electrodos de diferente tamaño colocados en paralelo
    5. La dirección de la corriente con electrodos de diferente tamaño colocados oblicuamente
    6. Otros consejos para una aplicación efectiva y segura
  4. Contraindicaciones de la diatermia: ¿cuándo no es recomendable su uso?

Como fisioterapeuta, seguro que ya conoces lo que es la diatermia y lo útil que resulta para tratar lesiones y acelerar la recuperación. Incluso que muchos deportistas de élite la utilizan porque sus resultados son impresionantes.

Pero ¿en qué consiste exactamente? Te contamos todo lo que necesitas saber para introducir la diatermia en tu clínica.

Principios básicos de la diatermia: ¿cómo actúa en nuestro cuerpo?

La diatermia es una tecnología innovadora que combina la electroterapia, la terapia manual y el movimiento. Su objetivo es estimular los mecanismos naturales de regeneración del tejido a través de la electroterapia de alta frecuencia.

¿Para qué sirve entonces la diatermia en fisioterapia

Mejora el dolor y la movilidad a la vez que reduce inflamaciones agudas y postquirúrgicas. Asimismo, trata el dolor crónico y acelera la vuelta a las actividades de la vida diaria o a la práctica deportiva.

La tecarterapia o diatermia aumenta la temperatura de los tejidos hasta conseguir estimular las células y su metabolismo. ¿Cómo? Transmitiendo corrientes de alta frecuencia al interior del cuerpo mediante dos modalidades:

  1. Diatermia capacitiva
    Lo que caracteriza a los electrodos activos que se utilizan en esta modalidad es que su superficie está recubierta.

    Cuando se ponen en funcionamiento, existe un efecto condensador inducido por el cambio continuo de polaridad de ambos electrodos o placas. Esto, a su vez, provoca un aumento de la temperatura en el interior del organismo debido a la fuerza electromotriz.

    La diatermia capacitiva es de gran ayuda para tejidos que tienen un gran porcentaje de agua, como músculos, bolsas serosas, edemas, etc. De hecho, se recomienda para aquellos tratamientos que se acompañan con un trabajo de recuperación muscular.

  2. Diatermia resistiva

    Identificarás el electrodo activo, a diferencia del anterior, porque no está aislado o recubierto. En este caso, se produce un paso efectivo de la corriente a través del electrodo al interior del cuerpo hacia la placa pasiva.

    En realidad, lo que sucede es un aumento de la temperatura debido al paso de esa corriente. La polaridad cambia entre 400 000 y 1 millón de veces por segundo. En consecuencia, los efectos en el interior del cuerpo no son los mismos que si estuviésemos utilizando una corriente de baja frecuencia.

    En esta técnica, el aumento de la temperatura que se produce se debe, principalmente, al denominado efecto Joule. Esta es la resistencia que ofrecen los tejidos a ser atravesados por la corriente eléctrica.

    Entonces,  ¿cuáles son los tejidos en los que el efecto será mayor? Aquellos que tienen un menor porcentaje de agua y ofrecen mayor resistencia al paso de la corriente, como piel, hueso, tendón, ligamento...

    Como puedes apreciar, su efecto incide en aquellos tejidos donde tiene menor efecto la técnica capacitiva.


No obstante, en muchas ocasiones acabamos utilizando una combinación de ambas técnicas, lo cual nos permitirá alcanzar mejores resultados.

¿Cómo es esto posible? Vamos a verlo con el ejemplo de una epicondilitis. Puedes aplicar entre 5 y 10 minutos la técnica resistiva sobre la zona del tendón. Asimismo, puedes usar la capacitiva sobre los extensores de la mano para relajar la musculatura de forma intensa.

De esta forma, alivias la carga del tendón y aceleras su recuperación.

La generación de calor mediante ondas electromagnéticas

La tecarterapia desarrolla un calor profundo en el tejido corporal a través de corrientes de alta frecuencia (entre 0,5 y 1 MHz). Cuando esto sucede, se produce un aumento de temperatura profundo que va desde el interior hasta el exterior.

Las ondas electromagnéticas se controlan en cuanto a potencia, frecuencia y longitud de onda para impactar de forma positiva en el cuerpo. Así, se suministra una energía que restablece el equilibrio eléctrico y químico.

Ilustración de la generación de calor mediante ondas electromagnéticas

Los efectos terapéuticos en el tejido muscular y conectivo

Al aumentar la temperatura, se consigue activar el metabolismo, estimular el proceso de regeneración e incrementar la respuesta, lo que acorta el tiempo de recuperación.

De este modo, los beneficios que se producen en el organismo son:

  • Mejora de la elasticidad del tejido conectivo.
  • Alivio en condiciones crónicas, inflamatorias y traumáticas.
  • Acción regeneradora tisular y cicatrizante.
  • Incremento del flujo sanguíneo. Esto mejora la oxigenación de los tejidos y la nutrición celular, al tiempo que favorece la eliminación de toxinas.
  • Reducción del dolor, la rigidez articular y los espasmos musculares.
  • Facilitación de la reabsorción de edemas y hematomas.
  • Relajación muscular profunda.

¿Cuáles son las principales aplicaciones de la tercaterapia en fisioterapia?

La técnica de aplicación de la diatermia en fisioterapia dependerá de las necesidades de cada persona.

Quizás no lo sabías, pero la tecarterapia facial y corporal es perfecta no solo para la rehabilitación, sino también para conseguir mayor firmeza en la dermis. Además, ayuda a obtener mayor luminosidad y tersura al tiempo que consigue rejuvenecer el tejido y reduce las acumulaciones de grasa.

Pero volviendo a la fisioterapia, las aplicaciones habituales de la diatermia son:

  • Esguinces.
  • Contracturas o roturas musculares.
  • Readaptación deportiva.
  • Rehabilitación tras una cirugía.
  • Tendinopatías crónicas o agudas.
  • Cicatrices.
  • Neuropatías.
  • Edemas.
  • Absorción de fármacos ionizables.

Para recuperación de lesiones musculares y articulares

La diatermia en fisioterapia tiene una función principal, que es la de conseguir la rehabilitación de lesiones de los músculos y articulaciones. Provoca un aumento de temperatura que acelera la sanación y conlleva un efecto analgésico.

También aumenta el flujo sanguíneo local, lo que favorece una mayor oxigenación de los tejidos y un aporte extra de nutrientes. Mientras tanto, este flujo sanguíneo también elimina los desechos metabólicos acumulados y el calor se propaga a las estructuras adyacentes, lo que ayuda a difundir sus efectos positivos en todo el cuerpo.

Una fisioterapeuta aplica diatermia para la recuperación de lesión muscular

Para alivio del dolor crónico y agudo

Los problemas en las articulaciones causan dolor e inflamación. El tejido dañado libera prostaglandinas, lo que estimula los nervios, eleva la permeabilidad de las membranas y provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, permitiendo el paso de leucocitos (glóbulos blancos) hacia la zona afectada. Esto se traduce en dolor y una mayor hinchazón.

Y aquí es donde entra esta terapia. 

Con la aplicación de la diatermia en fisioterapia o tecarterapia podemos reducir la hinchazón y eliminar las toxinas. Además, tiene un efecto antiinflamatorio, analgésico y antiespasmódico que ayuda a acelerar el proceso de recuperación. Incluso puede reducir el tiempo de convalecencia a menos de la mitad.

La técnica de aplicación de la diatermia

La diatermia y su técnica de aplicación no causan dolor; es más, el tratamiento resulta muy relajante y agradable por el incremento de temperatura en los tejidos musculares, ligamentosos y tendinosos.

Su objetivo es estimular el proceso de regeneración, elevar el metabolismo y facilitar la respuesta del organismo frente a diversas patologías. Además, puede tratar tanto áreas grandes como otras más pequeñas.

La diatermia local

Para que este tratamiento funcione de un modo adecuado, es esencial colocar los electrodos con precisión. Asimismo, debemos asegurarnos de que la corriente llegue al tejido enfermo y el paciente pueda soportar la temperatura.

Recuerda que es una terapia cuya aplicación no debe doler. Por lo tanto, si nos encontramos con que la temperatura es muy elevada o el paciente tiene sensación de quemadura, alarma. Tendremos que revisar la colocación de los electrodos o reducir la intensidad.

Los electrodos han de tener el mejor contacto posible con la piel, de manera que se evite sobrecargar ciertos puntos. De igual modo, aplicar esta técnica exige una presión firme, pero que no resulte molesta para el paciente. 

Por otro lado, hay que evitar que el electrodo pasivo se coloque sobre protuberancias óseas, ya que el hueso se sobrecalienta fácilmente.

En el proceso de tratamiento con diatermia es muy importante preguntar al paciente sobre sus sensaciones y que este nos comunique cualquier tipo de molestia.

Por último, si quien va a recibir la terapia tiene mucho pelo en la zona a tratar, es posible que sea necesario aplicar más gel conductor. De esta forma, nos aseguraremos de que la corriente pasa adecuadamente y se aprovechan todos sus efectos.

Apliación de gel conductor en electrodo para diatermia

Cuidado con la fijación de los electrodos

Para llevar a cabo una terapia con diatermia, resulta esencial conocer que existen dos electrodos, uno pasivo y otro activo. ¿Dónde hemos de colocar cada uno de ellos?

El electrodo pasivo ha de estar bien fijado, pero sin ejercer demasiada presión ni resultar molesto. Para ello, se recomienda utilizar bandas elásticas con velcro para mantenerlo estable durante toda la sesión.

En cambio, el electrodo activo se desplaza por la superficie del paciente, pero siempre con un contacto permanente y firme. Debemos evitar que este se separe del cuerpo y la corriente se concentre en los puntos de apoyo, ya que esto aumentará el riesgo de quemaduras.

Por eso, antes de ponerlo en funcionamiento hay que asegurarse de que el electrodo pasivo esté bien fijado y el activo tenga un buen contacto con la piel. Luego, ya se puede dar paso a la corriente. Además, para evitar sensaciones molestas, se recomienda subir la intensidad de forma gradual.

A la hora de retirar los electrodos actuaremos del mismo modo. Es necesario que interrumpamos el paso de la corriente mientras el electrodo pasivo está bien fijado y el activo tiene un buen contacto con la piel. Después, podremos retirarlos.

Atiende a la localización del calor

La colocación de los electrodos es muy importante para lograr el efecto térmico deseado en los tejidos que queremos tratar. 

Así, la zona de tratamiento debe estar entre los dos electrodos y la densidad térmica dependerá tanto del volumen de tejidos tratados como de su resistencia al paso de la diatermia.

La corriente fluye por el cuerpo humano de un electrodo a otro siguiendo el camino de menor resistencia. Si la distancia entre ellos es muy grande, la temperatura se diseminará más. Sin embargo, si están muy cerca, la temperatura se elevará cerca de ellos y en los tejidos que queden entre medias.

Para obtener resultados efectivos en tejidos profundos, lo adecuado es elegir electrodos más grandes cuanto mayor sea la separación que vaya a haber entre ellos. 

Escoger el tamaño del electrodo es aún más importante que decantarse entre la técnica capacitiva o resistiva. Es más, resulta muy complicado obtener resultados lejos de la superficie con la técnica resistiva utilizando electrodos pequeños y con gran distancia entre ellos.

Aplicación de la diatermia

La dirección de la corriente con electrodos de diferente tamaño colocados en paralelo

En terapias con electrodos, este es el tipo de aplicación más frecuente.

En ella, se siente un aumento de temperatura debajo del electrodo activo. ¿Por qué sucede esto? Al ser el electrodo normalmente más pequeño, la densidad de corriente es mayor, por lo que la temperatura también lo será.

Por otro lado, si el electrodo pasivo es suficientemente grande, es posible que el paciente no perciba el aumento de temperatura. Aun así, esto no significa que no haya ocurrido, sino que esa elevación está por debajo del umbral de la percepción humana.

Es por ello que se recomienda colocar siempre el electrodo activo lo más cerca posible del tejido en el que se quiere lograr un efecto terapéutico y el electrodo pasivo, de tamaño mayor, en paralelo.

La dirección de la corriente con electrodos de diferente tamaño colocados oblicuamente

A veces no podrás colocar los electrodos en paralelo, lo que significa que tendrás que ponerlos en una disposición oblicua. En esta situación, las líneas de fuerza se concentran en los puntos más cercanos porque la corriente sigue el camino más corto entre los electrodos.

Y ahí es donde la temperatura será más alta, justo en los puntos donde los electrodos están más próximos entre sí.

Es posible que parezca interesante colocar la placa pasiva en un lado de la columna y utilizar el electrodo activo en el otro. Pero esto no es una  buena idea para tratar una dorsalgia o una lumbalgia, por ejemplo, porque está en el mismo plano.

Esto se debe a que las líneas de fuerza actuarán cerca de los bordes de cada electrodo, dando como resultado una aplicación muy superficial. Y lo que realmente se pretende es una acción en profundidad para relajar la musculatura paravertebral.

Es importante evitar dedicar tiempo a aplicaciones en las que el resultado esperado es muy escaso o un riesgo de calentamiento excesivo en los bordes de la placa pasiva.

Abel

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Abel Renovell Cofundador y fisioterapeuta colegiado

Otros consejos para una aplicación efectiva y segura

En general, al emplear un equipo de diatermia en fisioterapia, se aconseja que la duración sea de, al menos, 30 minutos. Las aplicaciones más cortas, de 5 o 10 minutos, no sirven de mucho.

No obstante, si después de dos o tres sesiones por semana no vemos resultados, debemos reconsiderar nuestra estrategia. En este caso, tendríamos que aumentar el tiempo combinado de capacitiva y resistiva a un total de 60 minutos por sesión.

Mientras tanto, hemos de tener presente que la intensidad del calor debe ser moderada en casos agudos. No así en casos crónicos, donde se recomienda un calor que se perciba con mayor intensidad, aunque siempre sin causar molestias al paciente.

Aplicación de la diatermia en hombro

Contraindicaciones de la diatermia: ¿cuándo no es recomendable su uso?

La ventaja más importante de la diatermia es que no tiene efectos secundarios. Sin embargo, en cuanto a la diatermia y sus contraindicaciones, hay que señalar que no se debe aplicar en estos casos:

  • Si hay hemorragia en la zona a tratar o si hay heridas abiertas o quemaduras.
  • En caso de riesgo de flebitis, trombosis u otra arteriopatía.
  • Mujeres embarazadas.
  • Pacientes epilépticos.
  • Si se utiliza marcapasos o se tienen implantes metálicos, auditivos o anticonceptivos.
  • En niños o adolescentes menores de 14 años.

Si todavía te queda alguna pregunta, no dudes en contactar con los especialistas de Efisioterapia Shop aquí y te explicaremos lo que necesites sobre los aparatos de diatermia.

Abel Renovell Cofundador y fisioterapeuta colegiado

Abel ha conseguido dos retos: Uno, mantener a Efisioterapia como referente en el sector durante 20 años, escribiendo y revisando cientos de artículos de alta calidad sobre salud y fisioterapia, suyos y de otros especialistas. Dos, compaginarlo durante varios años mientras ejercía de fisioterapeuta en su propia clínica, hospitales y clubs deportivos.

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