Tratamiento, síntomas y causas de la artritis reumatoide

¿Conoces los primeros síntomas y causas de la artritis reumatoide? Esta enfermedad inflamatoria crónica afecta las articulaciones, pero también puede dañar otros órganos, como el corazón y los pulmones. Descubre cómo identificarla, su origen y las mejores estrategias de tratamiento en nuestro último artículo.

Tratamiento, síntomas y causas de la artritis reumatoide
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10/10/2023 | Actualizado: 10/10/2023 10/10/2023
  1. ¿Qué es la artritis reumatoide?
  2. Identificando los síntomas de la artritis reumatoide
    1. Síntomas iniciales de la artritis reumatoide: ¿cómo empieza un brote?
    2. ¿Cuándo debes consultar con un médico en caso de artritis reumatoide?
  3. Pero ¿qué causa la artritis reumatoide?
    1. Factores de riesgo
  4. Enfermedades asociadas a la artritis reumatoide
  5. El diagnóstico de la artritis reumatoide
  6. ¿Cómo es el tratamiento de la artritis reumatoide?
    1. ¿Se puede curar la artritis reumatoide?
    2. Control y prevención de la artritis reumatoide
  7. ¿Qué tipos de artritis reumatoide existen?
  8. ¿Qué expectativas y pronóstico podrías esperar?
    1. Posibles complicaciones
  9. ¿Se puede prevenir la artritis reumatoide?

¿Has oído hablar de la artritis reumatoide? Es una enfermedad que afecta a las articulaciones y causa molestias y limitaciones en las actividades diarias de, aproximadamente, el  1 % de la población mundial. La sufren las mujeres con una frecuencia de 2 a 3 veces superior a los hombres.

Hoy exploramos desde sus causas hasta las opciones de tratamiento disponibles. También vamos a hablar de cómo esta condición puede afectar no solo a tu cuerpo, sino también a tus emociones y vida social.

¿Qué es la artritis reumatoide?

Es un trastorno inflamatorio crónico que se manifiesta con dolor, dificultad para el movimiento y deformidad en las articulaciones. Tiene carácter autoinmune y, en ciertas ocasiones, puede comportarse de forma extraarticular.

¿Qué queremos decir con esto?

Que puede dañar otros sistemas u órganos como el pulmón, el riñón o el corazón. Este es el motivo por el que decimos que es una enfermedad sistémica.

De forma general, se presenta con mayor intensidad en unas articulaciones que en otras. Así, tiene prevalencia en aquellas con mayor movilidad como las caderas, rodillas, manos, pies, codos, hombros y tobillos.

En los casos en los que la inflamación no se llega a controlar y persiste en el tiempo, podrías ver dañados tus tendones, huesos y ligamentos de la articulación. Se provoca una deformidad progresiva y la pérdida de la capacidad para realizar movimientos habituales.

En consecuencia, la vida cotidiana de quienes la padecen sufre un impacto significativo y negativo.

Identificando los síntomas de la artritis reumatoide

Ahora que ya sabemos lo que es, podemos identificar a la artritis reumatoide por sus síntomas. ¿Cuáles son?

  • Cansancio, pérdida del apetito y fiebre.
  • Articulaciones calientes, sensibles e inflamadas.
  • Rigidez articular matutina, la cual también se aprecia tras periodos de inactividad.

No experimentarás todos estos síntomas a la vez, sino que se van presentando poco a poco.

Síntomas iniciales de la artritis reumatoide: ¿cómo empieza un brote?

Detectamos los síntomas iniciales de la artritis reumatoide en aquellas articulaciones que son más pequeñas. Hablamos, por ejemplo, de las que unen el pie o la mano con las falanges de los dedos.

Detectar ciertas señales de advertencia ayuda a encontrar un tratamiento rápido. Las más relevantes son:

  • Fatiga
  • Fiebre leve
  • Rigidez
  • Pérdida de peso
  • Sensibilidad, dolor, inflamación, calor y enrojecimiento articular
  • Entumecimiento y hormigueo
  • Disminución del rango de movimiento

Conforme la enfermedad avanza, los síntomas se extienden  a los hombros, caderas, codos, tobillos, rodillas o muñecas. Asimismo, es frecuente que se produzcan en las mismas articulaciones a ambos lados del cuerpo.

No obstante, el 40 % de las personas que padecen esta patología presentan otros signos que no involucran a las articulaciones. Por tanto, podemos encontrar enfermedades asociadas a artritis reumatoide en estas zonas del cuerpo:

  • Tejido nervioso
  • Vasos sanguíneos
  • Riñones
  • Pulmones
  • Glándulas salivales
  • Ojos
  • Piel
  • Corazón
  • Médula ósea

Una de las características de los signos y síntomas de la artritis reumatoide es que varían en intensidad y que pueden presentarse o no. Por eso, muchas personas quieren identificar cómo empieza un brote de artritis reumatoide.

Zonas afectadas en un brote inicial de artritis reumatoide

En estos momentos de brote, la enfermedad está en su punto álgido para luego pasar a una remisión en las que el dolor y la hinchazón se atenúan o desaparecen.

¿Cuándo debes consultar con un médico en caso de artritis reumatoide?

Te recomendamos que, en caso de que tengas molestias persistentes o experimentes los síntomas iniciales de la artritis reumatoide, consultes con tu médico de familia.

Este podrá determinar el origen de esos síntomas y signos y, si fuera necesario, pautar un tratamiento apropiado como magnetoterapia, ejercicio, cirugía... No debes olvidar que un diagnóstico y tratamiento tempranos de la enfermedad reducen la posibilidad de sufrir complicaciones.

Pero ¿qué causa la artritis reumatoide?

En la actualidad, no es fácil determinar lo que causa la artritis reumatoide, aunque sabemos que es un proceso derivado de un funcionamiento anormal del sistema inmunológico.

Como sabes, en condiciones normales, el sistema inmunológico nos defiende de agentes externos como virus o bacterias. Pero, en el caso de la artritis, desarrolla un proceso autoinmune en el que ataca a las articulaciones, produciendo en ellas daño e inflamación.

Al comienzo del artículo hemos dicho que la padecen más las mujeres que los hombres. Y esto es una pista que nos indica que las hormonas juegan un papel importante en la aparición de esta enfermedad.

Por otro lado, no podemos olvidar el componente genético. Se cree que el riesgo de presentar artritis reumatoide está determinado en un 50-60 % por la genética. 

El jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Alejandro Balsa, señala que este es el factor de riesgo más importante. Aun así, indica que también hay que tener presentes otros factores externos como el tabaco, la obesidad, la periodontitis y otras infecciones.

Factores de riesgo

Una vez que hemos hablado de las principales causas de la artritis reumatoide, podemos adentrarnos en sus factores de riesgo. Los principales son los siguientes:

  • Antecedentes familiares
    El riesgo de que un familiar presente esta patología aumenta la probabilidad de que tú también la padezcas.

  • Sobrepeso
    Esta condición puede aumentar el riesgo de padecer artritis reumatoide, así como también limitar la mejoría.

  • Tabaquismo
    Quienes fuman tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, especialmente si ya hay cierta predisposición genética. Además, fumar está asociado a un estado de mayor gravedad.

  • Sexo
    La prevalencia de esta patología es menor en los hombres que en las mujeres.

  • Edad
    El riesgo de que se presente esta enfermedad se acrecienta con el paso del tiempo.

Factores de riesgo para la artritis reumatoide

Enfermedades asociadas a la artritis reumatoide

Entre las posibles complicaciones de la artritis reumatoide, debemos hablar del riesgo de desarrollar lo siguiente:

  • Osteoporosis
    La propia enfermedad, junto con ciertos fármacos de los que se utilizan en el tratamiento de la artritis reumatoide, eleva el riesgo de osteoporosis. Esta afección debilita los huesos y los predispone a las fracturas.

  • Sequedad en los ojos y en la boca
    El síndrome de Sjogren es habitual entre quienes padecen artritis reumatoide. La consecuencia es la reducción de la humedad en la boca y en los ojos.

  • Anormal composición del cuerpo
    Si valoramos la proporción de grasa con respecto a la masa magra, esta es mayor en las personas con artritis reumatoide. Esto es así aunque su índice de masa corporal (IMC) sea normal.

  • Problemas cardíacos
    La artritis reumatoide eleva el riesgo de obstrucción de las arterias y su endurecimiento. De igual manera, también favorece la inflamación del saco que rodea al corazón.

  • Nódulos reumatoides
    Son unos bultos firmes de tejido que se forman alrededor de los puntos de presión, por ejemplo, los codos. No obstante, también pueden desarrollarse en cualquier parte del organismo, pulmones y corazón incluidos.

  • Infecciones
    La propia enfermedad y algunos de los fármacos que se utilizan para tratar la artritis reumatoide pueden dañar el sistema inmunitario. En consecuencia, el organismo será más vulnerable y estará expuesto a un mayor número de infecciones.

  • Síndrome del túnel carpiano
    Cuando las muñecas están afectadas por la artritis reumatoide, la inflamación puede comprimir el nervio que inerva parte de la mano y los dedos.

  • Linfoma
    Este cáncer se desarrolla en el sistema linfático y forma parte de un grupo de cánceres de la sangre. La artritis aumenta el riesgo de padecerlo.

  • Enfermedad pulmonar
    Las personas con artritis reumatoide tienen una mayor predisposición y riesgo de inflamación y cicatrización en los tejidos pulmonares. Por tanto, pueden sufrir una progresiva falta de aire.

Enfermedades asociadas a la artritis reumatoide

El diagnóstico de la artritis reumatoide

En las fases iniciales de la enfermedad no es sencillo dar con el diagnóstico apropiado. El motivo es que tanto los signos como los síntomas son compatibles con otras enfermedades.

Así, para conseguir el diagnóstico de la artritis reumatoide, hemos de atender a una serie de criterios clínicos, entre los que se encuentran:

  • Historial médico y examen físico
    El médico analizará con detenimiento los síntomas que presentas y llevará a cabo un examen físico para evaluar el estado de las articulaciones afectadas.
    Prestará especial atención a un posible enrojecimiento, inflamación o aumento de la temperatura en algunas zonas. Asimismo, evaluará tus reflejos y tu fuerza muscular.

  • Análisis sanguíneo
    Quienes padecen esta enfermedad suelen tener una elevada VSG (velocidad de sedimentación globular) o proteína C reactiva. Esto nos indica que en el cuerpo se está desarrollando un proceso inflamatorio.
    Por otro lado, en las analíticas también se pueden detectar los marcadores específicos de la enfermedad. Hablamos del factor reumatoide y de los anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados o anti CCP.

  • Estudios por imagen
    Resonancia magnética, ecografía y radiografía son las pruebas habituales para determinar el grado de inflamación y daño articular.

¿Cómo es el tratamiento de la artritis reumatoide?

¿Te preguntas cómo curar la artritis reumatoide? Debes saber que el tratamiento está destinado a reducir la inflamación, aliviar el dolor, frenar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

¿Qué más podemos decir al respecto?

¿Se puede curar la artritis reumatoide?

Podemos responder de forma directa y sin rodeos a esta pregunta: no, no tiene cura. Sin embargo, es posible que los síntomas remitan con un tratamiento temprano que consista en:

  • Fisioterapia
    La fisioterapia es también de gran ayuda para mejorar la fuerza muscular y la función articular. Asimismo, los fisioterapeutas podemos enseñar a nuestros pacientes diferentes técnicas de protección articular.
    Además, podemos ayudarnos de aparatología que ha resultado muy eficaz para controlar y reducir la inflamación y el dolor. Nos referimos a magnetoterapia, termoterapia, ondas de choque, láser terapéutico, electroterapia y máquinas de ultrasonido, entre otros dispositivos.

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Abel Renovell Cofundador y fisioterapeuta colegiado

  • Medicamentos
    Los fármacos empleados dependerán de la gravedad de tus síntomas y del tiempo que hayas padecido la enfermedad. 
    Así, podemos hablar de antiinflamatorios no esteroideos, corticoides, antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales, agentes biológicos (son más eficaces combinados con los anteriores) y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos y con una diana específica.
    Otros medicamentos que se pueden utilizar son los inhibidores del factor de necrosis tumoral y los antipalúdicos.

  • Ejercicios
    La actividad física y el ejercicio regular pueden mejorar la función articular, la flexibilidad y la fuerza y contribuyen al bienestar general del paciente.

  • Apoyo emocional y educación
    Dar información y apoyo a los pacientes sobre esta enfermedad y su manejo es esencial para mejorar su adaptación y su calidad de vida.

  • Cirugía
    Cuando el dolor es tan severo que puede ser incapacitante, es momento de valorar un tratamiento menos conservador. En estos casos, se recurre a:
    • Artroplastia o reemplazo de articulación
    • Sinovectomía (eliminación de la membrana sinovial que está inflamada)
    • Reparación del tendón
    • Fusión de la articulación

Control y prevención de la artritis reumatoide

Aunque no hay medidas específicas para prevenir la artritis reumatoide, existen estrategias para disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad o controlar su avance:

  • Mantenerse en un peso saludable
    La obesidad es un factor de riesgo. Además, una vez tienes la enfermedad, el exceso de peso ejerce una presión extra sobre las articulaciones afectadas que agrava el proceso.

  • Controlar enfermedades crónicas
    Si se padecen otras patologías (cardiovasculares o diabetes), hay que controlarlas para reducir el riesgo de complicaciones asociadas.

  • No fumar
    El tabaco también es un factor de riesgo para esta enfermedad y, además, disminuye la efectividad de algunos tratamientos.

  • Aprender a manejar el estrés
    El estrés contribuye a exacerbar la inflamación y otros síntomas de la artritis reumatoide. En este sentido, practicar técnicas como la respiración profunda, el yoga o la meditación puede ser muy beneficioso.

  • Seguir una dieta equilibrada
    Para mejorar la salud general y reducir la inflamación, se recomienda seguir una dieta rica en verduras, frutas, grasas saludables, proteínas magras y granos enteros.

¿Qué tipos de artritis reumatoide existen?

Para saber cómo se diagnostica la artritis reumatoide, debemos conocer qué tipos de artritis existen además de esta. Podemos destacar cuatro.

  • Espondiloartritis
    Esta es la forma de denominar a un conjunto de enfermedades reumáticas que tienen como nexo común la inflamación de las articulaciones. En función de dónde aparezca dicha hinchazón, podemos hablar de espondiloartritis axial, espondilitis anquilosante u otras.

  • Artritis idiopática juvenil
    Desconocemos la causa de este tipo de artritis, pero se suele dar en jóvenes.

  • Artritis psoriásica
    Forma parte del grupo de espondiloartritis y afecta tanto a las articulaciones como a la piel.

  • Artritis reumatoide
    Es el tipo de artritis del que estamos hablando en este artículo.


Tipos de artritis reumatoide

¿Qué expectativas y pronóstico podrías esperar?

La evolución de tu artritis reumatoide estará relacionada con la gravedad de tus síntomas y con cómo respondas al tratamiento pautado. Nuestra recomendación es que, si notas los síntomas iniciales, contactes con tu médico para comenzar cuanto antes.

Además, será necesario realizar un seguimiento regular para ajustar el tratamiento según tu necesidad y progreso. Y es que si no tienes un tratamiento apropiado, tus articulaciones se pueden dañar de forma permanente.

Posibles complicaciones

La artritis reumatoide tiene numerosas consecuencias a nivel físico y social, empeorando la calidad de vida de quien la padece. Al dolor y la discapacidad se le puede añadir incluso una muerte prematura.

Las posibles complicaciones a las que hay que hacer frente son:

  • Problemas óseos
    Debido a las citoquinas que se generan por la inflamación, se destruye parte del hueso. Así, las personas con artritis reumatoide tienen más posibilidades de sufrir fracturas.
    Por otro lado, también es posible que padezcan anquilosis ósea.

  • Problemas en tendones y ligamentos
    Esta condición también se asocia a la ruptura espontánea de tejidos blandos como tendones y ligamentos, especialmente en los dedos, en su parte posterior.
    Asimismo, puede dar lugar a tenosinovitis, inestabilidad de las articulaciones o síndrome del túnel carpiano, debido a la compresión e irritación del nervio a la altura de la muñeca.

  • Susceptibilidad a infecciones
    Debido a los fármacos inmunosupresores que se prescriben para esta dolencia, el sistema inmune sufre y hay más posibilidad de contraer una gripe, un resfriado o una neumonía, por ejemplo.

  • Inflamación
    Puede afectar a los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los ojos y otras partes del cuerpo.

Además de todo esto, las personas con artritis reumatoide tienen más riesgo de padecer obesidad y enfermedad cardiaca prematura.

Por otro lado, afecta gravemente a su movilidad y a sus rutinas, lo que en ocasiones hace que tengan dificultades en sus trabajos. Es más, pueden incluso tener menor empleabilidad que los que no padecen esta enfermedad.

¿Se puede prevenir la artritis reumatoide?

Por desgracia, en la actualidad no podemos decir que exista una manera específica de prevenir la artritis reumatoide. Aunque sí es cierto que podemos eliminar algunos factores de riesgo como, por ejemplo, el tabaco.

Lo que sí se puede hacer es reducir los síntomas. Con el efecto analgésico de la magnetoterapia calmarás el dolor en profundidad. Y su capacidad regenerativa ayuda a recuperar tejidos deteriorados por la edad, lesiones o enfermedades. Y todo en la comodidad del hogar con los aparatos domésticos.

Si tú o alguien de tu familia o de tu círculo más cercano padece artritis reumatoide, te sugerimos probar la magnetoterapia. Los dispositivos de I-Tech Medical Division pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida y, si tienes dudas, consúltanos aquí sin compromiso.

Abel Renovell Cofundador y fisioterapeuta colegiado

Abel ha conseguido dos retos: Uno, mantener a Efisioterapia como referente en el sector durante 20 años, escribiendo y revisando cientos de artículos de alta calidad sobre salud y fisioterapia, suyos y de otros especialistas. Dos, compaginarlo durante varios años mientras ejercía de fisioterapeuta en su propia clínica, hospitales y clubs deportivos.

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