El largo camino de la formación postgrado


AUTOR:Josep Benítez
Fisioterapeuta Pamesa Valencia
Col nº 19 Iltre. Col. Fisioterapeutas C.V.
josep.benitez@uv.es

La vida es el camino, y el éxito es el destino. El deseo del viajante es utilizar una guía para aprovechar todos los atajos. Sigue el consejo de aquellos que han viajado por ese camino antes que él y de quienes tenían que explorar sus caminos a través de rutas no trazadas.

V.C. Thomas, 1923
The Successful Physician

Son muchos los compañeros y ex-alumnos que me piden consejo sobre que curso o especialización deben hacer primero.

Decido escribir estas líneas con el fin de arrojar un poco de luz en la toma de decisiones sobre que cursos postgrado me interesa hacer. Pretendo ayudar a mis colegas fisioterapeutas que recientemente han terminado sus estudios de grado y que se les presenta un mar de dudas respecto su formación.

Muchos son los cursos de especialización que podemos realizar. Síntoma de la inquietud profesional y afán de mejora que tienen la mayoría de fisioterapeutas. También sé, que muchos de vosotros me contestareis que es por la escasa formación que se recibe en las Escuelas. En su favor he de decir que con tres años de estudios de grado es materialmente imposible abordar con la profundidad que se merece las distintas ramas de la fisioterapia, y no hablemos de los avances específicos que se producen en algunas de ellas.

Les voy a hablar de los referentes a la fisioterapia del aparato locomotor y el deporte. Dejo la fisioterapia en neurología, neumología, cardiología, pediatría y geriatría para otros compañeros que las conozcan en mayor profundidad.

Nuestra formación debe basarse en nuestra metodología de trabajo. Para ello de manera esquemática les voy a proponer una.

Ante la recepción de un paciente nos podemos encontrar dos situaciones:

  • Es derivado por un médico o cirujano con un diagnóstico claro de la patología.
  • Somos el primer profesional de salud que valora su dolencia o el diagnóstico no se ajusta a los síntomas.

En el primer caso tenemos mucho trabajo adelantado. Únicamente nos centraremos en los datos que nos interesa ampliar o valorar por su relación con el tratamiento fisioterápico posterior.

En el segundo caso, debemos explorar el aparato locomotor en busca del origen de las dolencias, y realizar un diagnóstico fisioterápico.

Esta exploración se basará en:

  • Existe afectación articular. (ligamentos, cápsula, meniscos, restricción de movilidad o micromovilidad, hipermovilidad)
  • Afectación muscular y fascial. (Puntos gatillo, adherencias, fibrosis, retracciones, debilidad)
  • Afectación tendinosa (microtraumática, traumática), tenosinovitis, bursitis.
  • Afectación ósea.
  • Movilidad sistema nervioso y compresiones ( “Interface” en zonas de paso).
  • Función motriz (patrón motor, propiocepción, estabilización, postura).

Basándonos en la información obtenida en estos seis puntos plantearemos unas estrategias terapéuticas, por lo que deberemos conocer al menos un medio terapéutico para cada uno de los apartados.

Así pues, y tomando como referencia estos apartados trataré de orientarles. Voy a intentar en la medida de lo posible hablar en términos generales de los diferentes métodos y en ningún momento pretendo favorecer, divulgar u obviar método o técnica alguna. Sólo les puedo hablar hasta donde llegan mis conocimientos.

Afectación articular.

Necesitaremos un método que nos permita mejorar las afectaciones articulares y vertebrales. Las opciones que tenemos son:

  • Método Kaltervorn.
  • La Osteopatía.
  • El método Mackenzy.
  • El método Maitlan.
  • El método Sohier.
  • Etc.

Seguramente os preguntareis ¿qué método es el mejor? ¿por cuál me decido? La respuesta es bien sencilla. Según disponibilidad, proximidad y recursos económicos que podáis dedicar a este punto. Todos son efectivos. Por eso coexisten. Unos son más impetuosos, otros más sutiles, más estructurales o más funcionales, pero cualquiera de ellos me da herramientas para abordar con éxito el problema articular.

Afectación Muscular y fascial.

Debemos dividir este apartado en dos:

  • Movilidad inherente en todos los tejidos del cuerpo.
  • Motricidad.

Para el primero tenemos métodos como:

  • Osteopatía funcional (visceral y craneal) y fascial.
  • Liberación Miofascial y somatoemocional.

Para el segundo:

  • Fisiopatología de la lesión muscular y del tejido conjuntivo.
  • Fisiología del entrenamiento muscular.
  • Métodos de estiramiento muscular y cadenas musculares.
  • Relajación Miofascial (puntos gatillo).

En este punto por la diversidad del sistema muscular, su abordaje analítico o global, o su implicación muscular o neuromuscular debemos tener formación en estos aspectos. Es decir, necesitaremos conocer con mayor o menor profundidad un método de Cadenas Musculares. A saber:

  • Mezieres.
  • GDS.
  • Busquets.
  • RPG.

Métodos analítico como las Técnicas de Energía Muscular. Más globales como la Técnica Neuromuscular, etc.

Por último y de manera más analítica, estudiar la fisiología del entrenamiento muscular (lo podemos hacer en libros,  artículos sobre entrenamiento deportivo) y la afectación miofascial o puntos gatillo, para lo cual tenéis diferente opciones, yo creo, conocidas por todos.

Afectación tendinosa.

En este caso, podemos optar por hacer un curso monográfico sobre fisiopatología y tratamiento de las afectaciones tendinosas o hacerlo de manera autodidáctica, buscando artículos en Medline y revistas especializadas.

Básicamente, necesitamos dos aspectos. Uno eliminar la causa. Aquí podría extenderme mucho y no es mi objetivo hacer un monográfico de los factores predisponentes de la tendinopatía. Deberéis buscar y pensar.

El otro, regenerar el tejido. Tenemos métodos físicos que nos van a ayudar, como el ultrasonido, y el más importante, el ejercicio excéntrico. Buscad sobre la metodología de trabajo en el ejercicio excéntrico.

Afectación ósea.

En este caso el conocimiento de la fisiopatología, las causas de la afectación ósea y sus posibles soluciones, serán la clave. Para ello un buen diagnóstico médico nos ayudará. Nosotros deberemos conocer bien la regeneración de este tejido, es decir, su fisiología. Muchas veces se nos pasan por alto afectaciones como: fracturas por estrés, edema óseo, afectación subcondral, fisuras, ... molestias que rápidamente achacamos al sistema muscular o fascial. Lo importante en este apartado conocer la fisiología y fisiopatología del tejido óseo, con sus síntomas característicos.

No creo que sea necesario realizar un curso sobre el tema. Aprovecho para deciros que mucha de la información que necesitamos debemos buscarla, estudiarla e integrarla de manera autodidacta. Para los que tengan mayor dificultad en estas tareas sería bueno realizar algún curso que nos instruya en los métodos de búsqueda.

Movilidad del sistema nervioso.

Este apartado ha sido ampliamente desarrollado por D. Butler y existen algunos cursos monográficos que abordan el tema. Algunos síntomas que achacamos al sistema músculo-esquelético muchas veces provienen de atrapamientos o lesiones propias de los troncos nerviosos. Una buena metodología exploratoria de la movilidad neural y el conocimiento de la fisiología y fisiopatología de la parte conjuntiva del nervio serán clave.

Función motriz.

Por desgracia este es un apartado muy olvidado en Fisioterapia. En sus inicios la Fisioterapia era, básicamente, masaje y ejercicio con fines terapéuticos. Dos aspectos que distan mucho de la actual concepción de la Fisioterapia y el progreso de cualquier ciencia debe estar cimentado en sus orígenes.

La función motriz o con mayor propiedad neuromotriz la podemos abordar de manera autodidacta, como hemos hecho con otros aspectos, revisando y estudiando autores como V. Janda, K Lewit, Gibbons & Comerford, Moneyron, etc., o bien realizando cursos de diferentes métodos, recopilatorios o específicos sobre ejercicio y reeducación.

Personalmente me he inclinado por las enseñanzas de V. Janda, analizando el cuerpo me manera estática en su análisis de los músculos tónicos y fásicos y su comportamiento ante el desuso o sobreuso, y de manera activa estudiando los patrones de activación neuromotriz en gestos de la vida diaria y que nos orientan sobre la alteración del patrón motriz o esquema motriz.

Soy consciente de que se me quedan en el tintero muchos detalles y que he obviado conscientemente para alcanzar mi objetivo que es únicamente servir de guía.

El espíritu que ha perseguido este artículo es el del compañerismo, la ayuda y la colaboración. No me gustaría que nadie se sintiese perjudicado. Soy consciente de los intereses económicos en juego, pero por encima de todo está la Fisioterapia y la calidad de sus profesionales, que redundará en beneficio de todos.

Os animo a que realicéis anexos para ampliar y completar esta guía, y entre todos podamos resolver las dudas más comunes.

Espero haber contribuido a aclarar vuestras dudas y facilitar la toma de decisiones.

No quiero concluir sin agradecer a Enric Cuñat la revisión de este texto; por ello y por su amistad le doy las gracias.

Conocer los efectos de la enfermedad es saber muy poco; conocer la causa de los efectos es lo importante. (John Hunter)