Esquema diagnóstico en base al modelo fascial


Esquema diagnóstico en base al modelo fascial

FIBROMIALGIA PRIMERA PARTE: EL MODELO FISIOPATOLOGICO FASCIAL

Capítulo III PROPUESTA DE CRITERIOS DIAGNOSTICOS ACTUALIZADOS

ESQUEMA DIAGNÓSTICO EN BASE AL MODELO FASCIAL

Según lo expuesto a lo largo de este y de capítulos anteriores, se puede concluir que:

Fig. 12

Esquema diagnóstico

Unos criterios diagnósticos de la fibromialgia, han de recoger ambos aspectos, es decir, tanto la clínica dolorosa como la alteración postural.

EXPLORACIÓN DEL DOLOR según criterios fasciales

Según el enfoque fascial que se propone, la exploración de 18 puntos es insuficiente puesto que existen 31 y no 18 áreas con riesgo de atrapamiento fascial superficial.

Así, recogiendo los criterios diagnósticos de la ACR, los cuales consideran que existe fibromialgia cuando 11 de los 18 puntos son sensibles (61,1%), la teoría fascial establece la condición de fibromiálgico cuando exista atrapamiento en 19 (61%) de las 31 áreas posibles.

Asímismo, en consonancia con los criterios ACR, la evaluación de las ATF se hará mediante palpación de las mismas buscando una respuesta dolorosa.

Las ATMM son las responsables del dolor diseminado de carácter espontáneo, por lo que la exploración es muy subjetiva y se propone su evaluación mediante la escala visual del dolor.

SENSIBILIZACIÓN CENTRAL

Uno de los mecanismos patológicos aceptados en la fibromialgia incluso por el enfoque tradicional es la alteración en la percepción del dolor en todos los pacientes. El modelo fascial justifica este fenómeno en base a un proceso de sensibilización central debido a una estimulación constante de los receptores libres intrafasciales. La sensibilización central facilitará las reacciones referidas al segmento espinal, lo que producirá como respuesta una hipertonía en los músculos paravertebrales en el mismo nivel que es un fenómeno observable.

ANALISIS DE LA POSTURA

La observación de la alteración del patrón postural es un punto clave en el diagnóstico por varios motivos

•  Por un lado, permite al examinador evaluar objetivamente las zonas de restricción fascial introduciendo una prueba objetiva en el análisis de los tender points (AAF).

Hay que tener en cuenta que cada disfunción tiene su reflejo postural de forma que se puede confirmar la existencia de un “tender point” cuando a la clínica dolorosa desencadenada por palpación (criterio subjetivo), se le añada la alteración postural correspondiente.

Esta relación “Disfunción-reflejo postural” permite hacer un diagnóstico diferencial bastante bueno respecto a otras patologías que cursen con dolor diseminado y generalizado.

•  Una exploración postural básica (que se describe en la tabla VIII ) pone de manifiesto dichas alteraciones las cuales son difícilmente simulables por un paciente.

•  Por otro lado, hay que recordar que la alteración postural es uno de los factores que perpetúan (o cronifican) la patología de forma que incidiendo sobre la corrección postural, el terapeuta puede hacer más eficaz el tratamiento al tiempo que previene la instauración de nuevos atrapamientos.

Esta “terapia postural” tiene la ventaja de que puede ser realizada por el paciente en su propia casa sin tener que acudir a la consulta y sin que ello suponga un gran esfuerzo físico con el riesgo de agravar el cuadro álgico que ello supone.

Tras unas breves sesiones bajo supervisión del fisioterapeuta, los ejercicios pueden ser memorizados y repetidos por el paciente sin mucha dificultad.